El Comité de los Derechos del Niño y la comunidad internacional , liderados por la ONU, exigen medidas inmediatas para corregir las fallas en la protección de niñas víctimas de violencia en Perú.
Camila, fue una niña de ojos llenos de inocencia y esperanza. Pero su historia, como de tantas otras, se oscureció por la sombra de la violencia y el abuso. Camila, una niña indígena y rural de Perú, sufrió en silencio el terrible tormento de los abusos sexuales perpetrados por su propio padre desde los nueve años, lo indica la ONU, a través de su Comité de Derechos del Niño.
A los trece, Camila quedó embarazada, fruto de la violación y el incesto. Ante la noticia, su mundo se derrumbó por completo. En busca de ayuda, llegó a un hospital en la ciudad de Abancay, desgarrada por el miedo y el dolor. Allí, con lágrimas en sus ojos, imploró al personal médico que no quería llevar adelante ese embarazo, no quería traer al mundo un hijo fruto de la crueldad y el sufrimiento. Pero su petición fue ignorada, su voz fue silenciada.
La revictimizaron
Las autoridades, en lugar de brindarle protección y apoyo, la revictimizaron y la obligaron a llevar adelante un embarazo que representaba un recordatorio constante de los horrores que había vivido.
Camila, después de haber sufrido un aborto espontáneo, fue acusada y sentenciada por autoaborto únicamente con base en sus propias declaraciones de que no deseaba mantener el embarazo. No hubo ninguna otra prueba que respaldara esta acusación.
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU, al escuchar la desgarradora historia de Camila, no pudo permanecer indiferente. Consciente de las graves violaciones a los derechos fundamentales que había sufrido, el Comité alzó su voz en nombre de la justicia y la dignidad de las niñas en Perú. La ONU, a través de su Comité de los Derechos del Niño, lidera la demanda de medidas urgentes para corregir estas fallas graves en la protección de los derechos de las niñas, especialmente en casos de violencia y embarazo infantil.
La historia de Camila se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia y la protección de los derechos de las niñas en todo el mundo. Su valentía y determinación inspiran a muchas personas, movilizando a la comunidad internacional, liderada por la ONU, en una causa común: garantizar que ninguna niña tenga que enfrentar el horror de la violencia y la negación de sus derechos básicos.
Su historia resuena en el mundo
Hoy, su historia es un recordatorio doloroso de la urgencia de proteger a las niñas vulnerables, brindarles apoyo integral y garantizarles el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la interrupción legal y segura del embarazo en casos de violencia sexual y embarazo infantil.
La ONU, a través de su Comité de los Derechos del Niño, insta a Perú a tomar medidas inmediatas para corregir estas fallas graves en la protección de los derechos de las niñas. Se requiere una revisión exhaustiva de la legislación y las políticas para garantizar que las niñas víctimas de violencia sexual tengan acceso a servicios seguros de interrupción del embarazo. Es imperativo que se eliminen los obstáculos que impidan a estas niñas ejercer su derecho fundamental a decidir sobre su propio cuerpo y futuro.
Además, se hace un llamado urgente a sensibilizar y capacitar al sistema de salud y justicia para abordar adecuadamente los casos de violencia sexual contra niñas. Es necesario que se crea un entorno seguro y de apoyo donde las niñas puedan ser escuchadas, creídas y protegidas durante todo el proceso de recuperación.
Perú tiene la oportunidad de liderar este cambio, de convertirse en un referente en la protección de los derechos de las niñas. El mundo está observando y apoyando este llamado a la acción. Es hora de que el país se comprometa a tomar medidas concretas y urgentes para asegurar un futuro seguro y digno para todas las niñas.
La Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso ha aprobado, por insistencia, un proyecto de ley que significaría barreras de acceso al aborto terapéutico para víctimas de violencia sexual, pese a lo establecido por @ONU_derechos sobre el Caso Camila.#NoMásRetrocesos pic.twitter.com/UyH823Dquj
— Manuela Ramos #MujeresEnResistencia (@ManuelaRamos) June 14, 2023
La historia de Camila es un recordatorio conmovedor de la importancia de la empatía, la solidaridad y la justicia. No podemos permitir que más niñas como Camila sufran en silencio y sean privados de sus derechos básicos. La ONU y la comunidad internacional están unidas en su demanda de justicia y protección para todas las niñas. Juntos, debemos asegurar que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas efectivas para poner fin a esta violencia.